La posesión de un
archivo documental personal nos puede resultar de gran importancia a
quienes nos dedicamos al diseño de imágenes y de objetos.
El archivo
bibliográfico.
Contar con una buena biblioteca es fundamental.
Siempre que nos sea posible, es buena inversión comprar un buen
libro. Otra opción es frecuentar las bibliotecas públicas y
encontrar los libros que nos interesen. Podemos llevárnoslos
prestados y escanear en casa las imágenes que queramos, o podemos
fotografiarlos in situ, si no queremos o no podemos llevárnoslos.
Coleccionar libro o imágenes sobre nuestra
especialidad puede ser muy enriquecedor. Debemos tener controlada la
bibliografía específica de nuestra especialidad, o al menos
aquellos libros sobre la misma que estén en las bibliotecas públicas
más asequibles. Hay que recordar que en caso de que deseemos
consultar un libro que no está al alcance de nuestro bolsillo,
podemos solicitar a una biblioteca pública su adquisición, e
incluso su pedido a otra biblioteca pública que lo posea.
El archivo en papel.
Un antiguo sistema, muy utilizado por todo tipo de
dibujantes, ha sido la autoconfección de un archivo documental a
partir de recortes de fotografías y dibujos procedentes de
periódicos, revistas, folletos y otras publicaciones. Una vez
agrupadas mediante algún criterio y pegadas en cartulinas, se
clasifican en carpetas registrando en cada una de ellas una
referencia con una palabra o un código de letras y números. Después
se clasifican por orden alfabético, para facilitar su búsqueda. Por
ejemplo: Cabezas: C1; Cabezas de frente: C1.1.; Cabezas de perfil:
C1.2; Esqueletos; Manos; Árboles; Edificios; Fuentes; Stands, etc.
El inconveniente de este sistema estriba en el espacio que puede
llegar a ocupar, aunque disponer de la propia imagen en papel puede
ser una ventaja.
El archivo digital.
Actualmente es muy común que los usuarios de
ordenadores empleen carpetas digitales para clasificar todo tipo de
documentos. El espacio que ocupan los discos duros u otras unidades
de almacenamiento es mínimo, comparado con la cantidad de
información que pueden llegar a contener, y que si la conserváramos
en papel ocuparían un espacio importante. Otra ventaja de la memoria
digital es que se puede copiar con facilidad. Por otra parte, si las
imágenes que clasificamos proceden de libros o revistas que no
queremos mutilar, tener su imagen digitalizada es la solución para
poderlas clasificar y utilizar a voluntad.
La herramienta de búsqueda del sistema operativo
hace que tecleando en la ubicación de nuestras carpetas cualquier
palabra, encontremos todos los archivos que incluyan dicha palabra.
El ciberespacio.
Vivimos en un mundo hipersaturado de imágenes.
Basta con entrar en el ciberespacio para acceder a un océano de
información, y encontrar obras de todo tipo. Internet es el medio de
comunicación más potente que ha inventado el ser humano, y debería
declararse un derecho humano su libre acceso. Mediante cualquier
motor de búsqueda podemos obtener sin demasiada dificultad
información sobre cualquier tema que nos interese. Podemos obtener
imágenes de un determinado artista, por ejemplo, y de gran tamaño,
si usamos el filtro de búsqueda adecuado.
No sólo de imágenes de nuestra especialidad
debemos nutrirnos. Quizás una obra pictórica, una escultura, una
pieza de cerámica o el diseño de una lámpara o de un automóvil,
por poner un ejemplo, nos puede hacer saltar la chispa de la
creatividad, o sugerir soluciones para un problema con otro objeto
absolutamente distinto. Pobre de quien crea que únicamente con el
conocimiento de su especialidad puede aportar riqueza a la misma. El
conocimiento de un oficio es loable, pero si la curiosidad acompaña
a la práctica de las artes, éstas progresarán, no permanecerán
estancadas.
La cámara de fotos.
Una herramienta de enorme valor para obtener
documentos gráficos es la cámara de fotos digital. Llevarla siempre
a mano nos permitirá obtener fotografías de objetos, ilustraciones,
imágenes, libros, carteles, o de cualquier motivo que encontremos en
la calle o en cualquier lugar, y que nos interese por cualquiera de
sus cualidades. También nos puede ser útil como instrumento de
escenificación dramatúrgica, en caso de que queramos emplear una
determinada pose en algún dibujo propio. Podemos solicitarle a
alguien que pose para nosotros, o hacerlo nosotros mismos, con la
ayuda de un trípode. No está de más poseer algunos conocimientos
de iluminación, pues nos pueden ser de gran ayuda para sacarle un
mejor provecho a la fotografía.
Otro uso interesante de la cámara de fotos es como
herramienta de composición. Podemos manipular con fotomontajes, o
simplemente seleccionar la composición más adecuada a nuestros
propósitos sobre un motivo dado (un paisaje, un bodegón, un
retrato, etc.).
El archivo audiovisual.
Otro tipo de documentos que podemos consultar son
las películas y documentales que traten sobre nuestra especialidad.
En caso de que queramos emplear algún fotograma de la película,
capturarlo es bastante difícil. Sólo hay que pausar la reproducción
y pulsar la tecla “Impr pant” (imprimir pantalla) para copiar la
imagen total de la pantalla del ordenador y pegarla en un programa de
edición de imágenes, guardándola como un archivo de imagen
digital. Ésto, naturalmente, si tenemos en nuestro poder la película
en formato digital. Si está en otro soporte habría que efectuar una
fotografía de aquellos fotogramas que nos interesasen.
Hay determinadas piezas de video o cine que tal vez
nos interesen completas, o alguna de sus secuencias, tal vez porque
se visualice algún movimiento de cámara que rodee al objeto,
viéndose éste desde muchos puntos de vista, y una sola imagen no
sea suficiente para comprender la forma total de los objetos
representados,
Los recortes de prensa.
En la prensa escrita aparecen a menudo noticias que
versan sobre nuestra especialidad. Quizás haya que afinar la
búsqueda, pero tarde o temprano aparece algo. Claro que siempre
podemos buscar en las hemerotecas digitales de las páginas web de
los periódicos, tecleando las palabras a buscar (por ejemplo,
mobiliario, arquitectura efímera, elementos de jardín, cerámica,
etc.), y aparecerán las noticias relacionadas con el tema.
En los suplementos dominicales de muchos periódicos
suele haber alguna sección relacionada con objetos artísticos,
decoración, diseño industrial, etc. Son buena fuente de obtención
de imágenes.
Los folletos publicitarios de diversos
establecimientos comerciales también abundan en imágenes de objetos
de arte aplicado que nos pueden interesar.
Y un punto muy interesante puede ser, si nuestro
bolsillo nos lo permite, suscribirnos a alguna revista especializada
de nuestro ámbito profesional. Ello nos permitirá ponernos al
corriente de la actualidad en el sector.
El archivo de dibujos.
Finalmente, el archivo más valioso para nosotros,
que no es otro que el formado por nuestras propias realizaciones
gráficas. En él podemos incluir croquis, bocetos, diseños,
apuntes, etc. revisarlo de cuando en cuando nos puede dar ideas para
un trabajo determinado, corrigiendo, transformando, realizando
versiones, etc.
Si bien el plagio de imágenes está a la orden del
día, conviene elaborar imágenes e ideas propias, sobre todo si no
deseamos tener problemas legales con los autores de las imágenes.
Esto, naturalmente, en caso de que pretendamos sacar a la luz pública
una obra como nuestra. Si se trata de aprender, es perfectamente
legítimo dibujar mediante copia cualquier tipo de obra, así como
transformarla o realizar variaciones de la misma.
Existen libros de imágenes libres de derechos, que
se pueden usar a voluntad, y también tenemos la posibilidad de
transformar cualquier imagen, tenga derechos de autor o no. Si la
transformación es significativa, no habrá problemas de
identificación de la imagen original. Podemos emplear muchísimos
recursos para hacer una imagen nuestra, como por ejemplo: invertirla
horizontalmente como si la mirásemos en un espejo, pasarla a blanco
y negro si es en color, elevar el contraste de la imagen,
posterizarla, sintetizar las líneas, deformar una de sus dimensiones
estirándola o achatándola, seleccionar sólo las partes que nos
interesen, etc...
Desde luego, el más común hoy día el digital, y a este paso, cualquier día será el único existente.
ResponderEliminarMe hago una pregunta ¿Con la cantidad de invenciones que existen hoy día, es posible crear una imagen propia sin inspirarse en nada en absoluto?
¡Un saludo! Soy María, de 1º de Mobiliario.
En relación a tu pregunta, adjunto algunas citas que vienen al caso:
ResponderEliminarEl ingrato papel del creador consiste en ofrecer al mundo algo que jamás pensó nadie exigir pero que, una vez ofrecido, se convierte en indispensable.
Andre Lothe (1974: 20)
Teniendo ochenta y seis años Ingres se disponía a copiar un detalle del Giotto. Alguien preguntó por qué lo hacía, e Ingres contestó: “para aprender”.
Boyer D´Agen. (1974: 138)
¿Es usted autodidacta? Su maestro es un ignorante.
John Constable (1974: 40)
No era melindroso nuestro Cano en valerse de las estampillas más inútiles, aunque fuesen de unas coplas; porque quitando y añadiendo, tomaba de allí ocasión para formar conceptos maravillosos: y motejándole esto algunos pintores por cosa indigna de un inventor eminente, respondió: "Hagan ellos otro tanto, que yo se lo perdono". Y tenía razón porque esto no es hurtar, sino tomar ocasión.
Antonio Palomino, hablando de Alonso Cano. "El museo pictórico", 1715. (1974: 42)
Podrás llegar a hacer todo lo que quieras. Lo difícil es querer hacer algo.
Robert Henri, conferencia de Philadelphia, 1901. (1974: 43)
Apréndete de memoria las formas que se encuentran en la naturaleza. Podrás usarlas igual que se emplean las notas de la composición musical.
Max Beckmann, "Drei Briefe an eine Malerin", NY 1948. (1972: 57)
Apréndete de memoria las formas que se encuentran en la naturaleza. Podrás usarlas igual que se emplean las notas de la composición musical.
Max Beckmann, "Drei Briefe an eine Malerin", NY 1948. (1972: 57)
(1974)ZÓBEL, FERNANDO. Cuaderno de apuntes sobre la pintura y otras cosas. Colección de citas recogidas por Fernando Zóbel. Galería Juana Mordó. Madrid.
Y a continuación te adjunto un interesante texto del maestro del comic Josep María Beá.
Eliminar“COPIAR O INVENTAR: ¿Copiar o inventar? Este planteamiento de características tan aparentemente opuestas ha provocado en la inmensa mayoría de los dibujantes de comic una intensa preocupación durante la primera etapa de su formación profesional, como si el “copiar” imágenes fotográficas o dibujos ejecutados por otros autores para la realización de una viñeta de comic determinara una visible limitación de la propia capacidad creativa. Contrariamente, el “inventar” las diversas formas que componen una ilustración gráfica parece corroborar la total garantía de haber accedido a un nivel privilegiado de profesionalidad. Afortunadamente, los conceptos de realización del comic actual han evolucionado positivamente, dando cabida a todo tipo de sistemas y fórmulas personales, pudiendo hallar desde autores que se manifiestan a través de estilos de factura casi abstracta, donde no existe la utilización de documentación gráfica, hasta otros cuya línea hiperrealista pone de relieve el uso de la misma, cuya valoración se mide más por el resultado final que por los medios utilizados para llegar hasta él.
Pero volviendo al enunciado inicial, creo que nadie “inventa” cuando cree que lo está haciendo, tan sólo modifica realidades impresas en su memoria, únicamente manipula imágenes albergadas en su recuerdo. Incluso el esquema gráfico más inconexo e irracional, creado aparentemente “inventado”, no es otra cosa más que una combinación y una distorsión de formas reales archivadas en nuestra mente. Aunque es evidente la presencia de autores que, por una continuada práctica de corte realista, han desarrollado una habilidad especial para inventar los dibujos sin apoyo de documentación gráfica, nadie que no haya visto jamás un determinado objeto existente ni haya recibido ningún tipo de información sobre el mismo podrá “inventarlo” con un lápiz. Así pues, creyendo que al “inventar” sólo estamos copiando de nuestra memoria, y considerando que la misma es frágil, siempre he creído, y que me perdone quien consiga lo contrario, que es mejor copiar una bicicleta que tener que inventarla. Copiar y analizar imágenes es un indispensable alimento que precisa nuestra memoria visual.
Otro aspecto es la imaginación, la intervención de nuestras facultades imaginativas, la habilidad natural que poseemos cada uno de nosotros, en base a nuestras características intelectuales, a modificar, jugar, y combinar todos o cada uno de los elementos que han ido configurando nuestro universo interior, y que están allí dispuestos para poder ser transformados en lo que queramos sobre el papel. Así, una bicicleta puede convertirse en un gato de hielo rosa.” Josep María Beá. La técnica del comic. p. 22.