Este ejercicio tiene como objetivo asociar el tiempo y espacio que emplea el ojo en recorrer todas las líneas de la mano con el tiempo y el espacio en el que lo hace la punta del lápiz. Está basado en el dibujo de contornos escuetos de Kimon Nicolaides revisado por Betty Edwards (1).
Pondremos una hoja de papel (A4) sujeta sobre la mesa con un par de trozos de cinta adhesiva, pues no vamos a poder sujetarla con la mano que no empleamos para dibujar, ya que la utilizaremos como modelo. Uniremos la punta del dedo pulgar con la punta de cualquier otro dedo de la mano.
Dibujaremos con la mesa a un lado, no de frente, girándonos, no debiendo mirar el dibujo que vamos haciendo. Se trata de asociar la visión del modelo con el tacto del lápiz.
Empezaremos por cualquier extremo de la muñeca, recorriendo sin levantar el lápiz del papel todas y cada una de las líneas y arrugas que veamos en el contorno de la mano. Si una arruga se mete dentro de la forma de la mano, la dibujaremos igualmente. Así todas las líneas, interiores y exteriores. Si vemos un cambio de dirección de la línea, por pequeño que sea, nuestro lápiz ha de cambiar en el mismo ángulo.
No hay que preocuparse por que el dibujo sale parecido o no al modelo. no se trata de eso. Se trata de que si vamos empleando un segundo por cada milímetro que vamos siguiendo con la mirada, la punta de nuestro lápiz debe emplear también un segundo por cada milímetro dibujado.
No hay que preocuparse por el tiempo empleado. Se puede tardar de 20 minutos a media hora.
No debemos caer en la tentación de mirar el papel, ni de resolver rápidamente una línea larga para acabar antes. Es preferible emplear el tiempo que sea necesario que acabar en cinco minutos y tener que volver a repetir el ejercicio.
A continuación se muestran unos ejemplos de los resultados típicos que puede dar este ejercicio.
Notas:
(1) EDWARDS, BETTY.: Nuevo aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro. Urano. Barcelona, 2001. pp 116-121.
(1) EDWARDS, BETTY.: Nuevo aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro. Urano. Barcelona, 2001. pp 116-121.
MUY BONITOS...YO TAMBIÉN LO ESTOY HACIENDO PERO CON DIVERSAS POSTURAS DEL GATO Y LOS RESULTADOS SON MUY INTERESANTES.
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