Falso grabado

Es la del falso grabado una técnica al agua de dibujo indirecto, cuya apariencia final evoca visualmente a los grabados xilográficos, o también a veces  a los grabados a la aguatinta.

 

Para obtener un falso grabado que se asemeje a una xilografía, lo ideal es partir de un dibujo de líneas, preferiblemente realizado a lápiz, sobre un papel de acuarela, o muy resistente al agua, pues al final lo vamos a lavar.  A continuación deben pintarse con témpera blanca aquellos espacios que queramos que queden blancos, sin llegar a cubrir ninguna línea (si eso sucediera, debemos incidir de nuevo sobre esas líneas con el lápiz punzante para que pueda penetrar la línea después).

 

El siguiente paso es, una vez seca la témpera, entintar toda la superficie del dibujo con tinta china, usando un pincel grueso y sin insistir dos veces sobre la misma zona (pues si se insiste se podría remover la témpera). La tinta china penetrará por todas las zonas del papel que no se hayan cubierto de témpera.

Hay que entintar toda la cara, incluyendo el borde del papel. Es conveniente hacerlo sobre papeles viejos para no manchar la mesa.

 

Y finalmente, una vez seca la capa de tinta china, se ha de poner el dibujo bajo un chorro de agua en el fregadero. La témpera se disolverá con el agua, levantando con ella la tinta que tuviera encima. A veces la témpera no salta sólo con agua, por lo que podemos ayudar a retirarla con los dedos, o con una brocha o un trapo. Hemos de tener cuidado de no insistir excesivamente al frotar, para que no se desvanezca la tinta china o que se rompa la superficie del papel.

Finalmente, el papel se debe dejar secar. Se puede colocar humedecido encima de unos azulejos.