En este ejercicio el objetivo es acostumbrarnos a mirar el modelo pensando el dibujo de manera inversa a como lo hacemos habitualmente. También podemos girarlo como queramos, de un lado, o incluso al derecho. Lo importante en cualquier caso es hacer un buen encaje y una copia de la distribución de las masas claras y oscuras. Por ello la copia debe ser de las mismas dimensiones que el original, con lo cual se copiarán las mismas medidas y distancias. De hacerlo ampliando o reduciendo el dibujo respecto del original tendremos problemas añadidos de escala. Estos problemas los abordaremos en otros ejercicios.
Si lo más frecuente es tomar un papel blanco o de un color claro, y trazar sobre él marcas negras o de color oscuro, de modo que pensamos en dibujar las sombras y penumbras, en esta modalidad de dibujo se cambia el concepto de visión.
Nos basaremos en las luces y en las penumbras a la hora de distribuir los trazos en la composición que dibujemos. Para ello utilizaremos una creta blanca sobre una cartulina negra.
Dibujaremos mediante manchas dispuestas en su justo lugar, que calcularemos previamente. No dibujaremos contornos ni líneas mientras encajamos, pues producirían un efecto indeseado al no haber líneas blancas en la imagen que copiamos.
Si en un dibujo en trazos negros sobre fondo blanco atenuamos la intensidad del trazo para conseguir valores medios de claroscuro, en el dibujo de trazos claros sobre fondo oscuro atenuaremos la intensidad del trazo blanco para conseguir esos mismos valores medios de claroscuro.
Reforzaremos la intensidad de blanco para indicar las luces en aquellas partes de la composición que estén más iluminadas. En las partes oscuras dejaremos el papel intacto o casi sin tocar, ya que el propio color del papel hará el efecto de sombra.
No pretendamos hacer detalles, y menos nada más empezar a dibujar. Pretendemos ante todo encajar correctamente el modelo que copiamos, distribuyendo en sus justos lugares las masas de luz y de sombra. Ya habrá tiempo para detalles, si procede, al final del ejercicio.
Hemos de tener cuidado al medir la ubicación de los inicios y los fines de las masas claras que dibujamos. Además tendremos en cuenta la forma de lo que no dibujamos, o sea, lo que dejamos en negro, sin tocar. Es curioso pero al trazar una mancha con una forma determinada, también estamos dibujando lo que no trazamos: le estamos dando forma al vacío inmediatamente adyacente.
Un buen encaje y una buena proporción puede hacer que un dibujo funcione aceptablemente aunque no tenga detalles. Sin embargo, un dibujo muy detallado pero mal encajado y proporcionado puede parecer aberrante.
Midamos lo necesario, pero sin obsesionarnos con tomar medidas de todo. Es importante tomar medidas de varios puntos clave de la composición. Eso nos ayudará a completar lo demás sin medir tanto. Aunque nuestro objetivo es medir a ojo, no nos fiemos demasiado de éste, y comprobemos que las distancias entre elementos de dentro del dibujo, como entre éstos y los bordes del papel, son las que deben ser, ayudándonos de una regla, o tomando medidas con un lápiz, nuestra mano o un compás.
Si nos excedemos en la presión de la creta, quedando algunas zonas más claras que en el original, podemos difuminar con un trapo o un pañuelo de papel, y también podemos borrar con una goma, volviendo a integrar el trazo claro con el fondo oscuro, difuminando.
En las zonas del dibujo que deban ir totalmente negras podemos borrar con la goma. También podemos trazar incluso líneas si usamos un borde cortado de la goma.
Dejaremos estos trazos cortantes si el efecto en la imagen original es de contraste entre una zona clara y la oscura. Si el efecto es de transición, podemos difuminar o seguir trazando con la creta con suavidad.
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